Las dudas de Dios. Teología de la liberación, ecología y movimientos sociales 1
En medio de la desolación de nuestra violenta época, Luis Martínez Andrade nos motiva a dudar respecto a las estructuras que determinan la “dinámica de la muerte de la modernidad realmente existente” en cada una de las páginas de su libro Las dudas de Dios. Teología de la liberación, ecología y movimientos sociales (en adelante Las dudas de Dios). Bien puede pensarse en este texto como en una caja de herramientas que nos permite entrever el filo oculto de la triada modernidad-colonialidad-capitalismo en sus manifestaciones más evidentes; pero también en aquellas que se ocultan a la mirada cotidiana.
Se trata de un libro herramienta con pretensiones precisas: dar cuenta del estado actual de la propuesta teórica de la teología de la liberación, teniendo en cuenta a aquellos militantes que están en pos de un mundo alternativo, “Sin complejos coloniales ni miedo a entrar en los terrenos de la mística o la religiosidad”.
Las dudas de Dios fue publicado en el año 2015, por la editorial Otramérica en Santander, España. Desde el título mismo, el autor nos incita a la duda, al cuestionamiento y a inquietarnos y, ¿por qué no? A denunciar una vez más los excesos y los desvaríos de un sistema voraz que nos niega la dignidad de que nuestras voces sean escuchadas y nuestra presencia reconocida. Por el contrario, el universo articulado a partir de los presupuestos del capital nos impone el silencio, propio de los colonos arrebatados de su propia tierra y esclavizados tanto tiempo por la fuerza de los discursos y las estrategias.
Uno de los aspectos más interesantes del libro es la unánime referencia a una mística que contiene una interpretación del orden del universo, así como una versión romántica, asociada con una dimensión humana, orientada a la contemplación de la unidad y pertenencia del hombre a la naturaleza (mystical mind). Se trata de una de las vertientes del ecologismo de los pobres, la cual atraviesa las respuestas de aquellos teólogos y filósofos que se permiten ir más allá de la burda clausura de las relaciones entre marxismo y religión. En palabras de Martínez Andrade: “El eurocentrismo de algunos círculos intelectuales de izquierda que conciben lo religioso simplemente como opio me parece políticamente estéril y epistemológicamente colonial”.
En la presentación general del volumen, Martínez Andrade también cuestiona el eurocentrismo de los mecanismos de dominación simbólica que por largo tiempo han pesado como una auténtica condena sobre nosotros; además, hace patente la importancia de los ejercicios de resistencia, tales como el surgimiento del movimiento neo-zapatista en el sur de México o el Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin-Tierra en Brasil.
Una de las cuestiones políticas que incumben a la filosofía de la liberación es precisamente la problematización de la racionalidad moderna y de sus expresiones económicas y gnoseológicas más consolidadas en nuestro mundo. Considero que estas premisas son, por sí mismas, un aporte significativo para sacudirnos el letargo político y atrevernos a soñar despiertos con una sensibilidad ecológica crítica y, sobre todo, consciente de los pesados obstáculos que nos oprimen.
La urgencia de nuestro contexto y el desconocimiento de nuestras autoridades en turno enfatizan la vigencia de la propuesta de la filosofía y de la teología de la liberación. En conjunto, implican uno de los momentos más importantes en la historia de la consolidación de un pensamiento actuante, que puede reconocerse propiamente latinoamericano.
Así pues, este libro tiene como objetivo analizar cuáles son los aspectos ecológicos o propios de la naturaleza que se problematizan desde el discurso de la teología de la liberación. De tal suerte que un reconocimiento de las herramientas reflexivas de la teología de la liberación nos permita emprender una crítica de la modernidad, desde una perspectiva que no se encuentre empantanada a priori por una epistemología eurocentrada.
Ciertamente, a lo largo de las diversas entrevistas que integran el volumen, uno de los ejes es la pregunta por el lugar de enunciación de los modelos epistemológicos construidos en la Modernidad. La crítica liberacionista nos permite entrever que la epistemología impone un lugar de enunciación eurocentrado a todas las latitudes de nuestro mundo, así como su rúbrica sobre los sujetos. Entonces, podemos ensayar y explorar otros saberes acerca de la naturaleza, más cercanos a nuestras tradiciones y en los cuales podamos reconocernos como parte integral de ella (inahuac iyollotl tomacehualcemanahuac).
Encontramos a lo largo del volumen las voces del jesuita brasileño João Batista Libanio; de Paulo Nogueira Baptista; Enrique Dussel; el senegalés Boubacar Boris Diop; Gilmar Mauro; Lauri Emilio Wirth; el francobrasileño Michel Löwy; Pedro de Assis Ribeiro; del padre Ton; el puertorriqueño Antonio Carmona Báez; el italiano Gianni Vattimo; Ramón Grosfoguel y, por último, del obispo mexicano, Raúl Vera.
Podríamos decir que se trata de las voces más autorizadas de la teología de la liberación reunidas en un solo volumen. Cada uno le da su propia cadencia al libro: en algunas entrevistas, encontramos elementos místicos; en otras, un enfoque político, sociológico, filosófico e, incluso, antropológico.
Por otra parte, el fondo de las reflexiones contenidas en el volumen también implica un ejercicio crítico al interior de la propia teología de la liberación. Encontramos una serie de precisiones en torno a sus conceptos y posicionamientos fundamentales. Por ejemplo, el lugar que se asigna a los movimientos sociales, ecologistas o indígenas en la estructura política, en especial de América Latina, con el caso concreto de Brasil; o también la intención de establecer cuál es el problema más urgente en la crisis global que nos abruma, sea el antropocentrismo, para Jung Mo Sung o el capital-centrismo, para Enrique Dussel. Estos matices resultan primordiales para comprender la riqueza de las propuestas asociadas a un movimiento intelectual vigente como la teología de la liberación.
En general, dentro del texto se puede encontrar como hilo conductor el pensamiento de Leonardo Boff. En la entrevista que le concedió a Martínez Andrade, encontramos doce preguntas que se centran en las luchas sociales que marcaron a Boff, así como las principales tesis que su pensamiento sigue motivando en el ámbito ecológico. Pero, ¿por qué orientar su propuesta social cada vez más hacia problemáticas de carácter ecológico? En este sentido, el teólogo brasileño responde lo siguiente: “Pienso que hay que superar la visión meramente ambientalista que se enfoca solo en el medio ambiente, puesto que la ecología también incluye la sociedad, las relaciones sociales, los modos de producción. La devastación de la naturaleza proviene de una forma social”.
Si bien, podemos acordar que una forma social como el capitalismo ha revelado su gran capacidad de devastación, es necesario que la teología de la liberación dialogue con las investigaciones que, desde la biología, la geología, y otras disciplinas, nos permiten comprender los procesos de transformación de la naturaleza en general.
Mientras tanto, Leonardo Boff pretende reconducir la fuerza reflexiva de la teología de la liberación hacia las cuestiones ecologistas, es decir, hacia las diversas luchas sociales que hoy hacen frente a la imposición de proyectos de muerte, por ejemplo, la minería o la fracturación hidráulica ―temas que en México nos conciernen especialmente―. Pero también alude a la lucha en contra de empresas transnacionales que buscan extraer minerales o hacer uso desmesurado de recursos hídricos, todos estos son nuevos frentes para los estudiosos de las perspectivas liberacionistas.
Por otro lado, son importantes las críticas que el autor hace a las teologías de la liberación, pues distingue dos grupos; uno que evidencia los presupuestos teológicos a través de la crítica, y el otro, de corte más tradicional, con temas de liberación. Sin embargo, formula su crítica más enérgica en contra de la academización de los discursos de la teología de la liberación, pues, ante la formalización del discurso liberacionista, pareciera que sus postulados son vendidos al mejor postor, desviándose de su fuente de origen.
Es preciso señalar que todos los pensadores manejan temas con un alto grado de complejidad, de modo que no siempre resultan fáciles de abordar, sobre todo en las cuestiones ecológicas, geológicas, neurológicas y genéticas que son mencionadas. Pero no todas las afirmaciones ni los datos son expuestos con claridad. Por ejemplo, los llamados “puntos de dios” en conexiones neuronales, los conceptos de Jung Mo Sung, o la deep ecology, centrada en la mística de la naturaleza y la realidad.
Para concluir, considero que el libro cumple con su cometido pues, de pronto, a los lectores no nos basta con Las dudas de Dios; a través de su lectura, nos surgen muchas otras dudas propias y terrenales, acerca de la realidad, pero sobre todo del destino de nuestros países latinoamericanos. Afortunadamente, al final, me quedo con dudas respecto a la indiferencia y superficialidad en el uso de los conceptos biológicos, en específico en una de las aristas principales del libro: la ecología.
Dentro de la teología de la liberación, la ecología es reducida a luchas ambientalistas y al cuidado del ambiente, de modo que pareciera haber en el libro voces ecologistas más no de ecólogos. Sin embargo, la ecología no ha sido entendida como rama de la biología que estudia las interacciones de los seres vivos respecto a su entorno, con datos estadísticos y modelos matemáticos o redes de interacción. Así, surgen muchas otras dudas respecto a una visión romántica de la naturaleza, tanto de la armonía entre los hombres, como entre el hombre y Dios.
fn1 Martínez Andrade, Luis, Las dudas de Dios. Teología de la liberación, ecología y movimientos sociales, Santander, Otramérica, 2005.
Enlaces refback
- No hay ningún enlace refback.
TLA-MELAUA por Benemérita Universidad Autónoma de Puebla se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional.
Basada en una obra en www.tlamelaua.buap.mx.